Hace casi catorce años, Bolivia ha experimentado un profundo cambio, tanto en términos materiales como simbólicos, que ha afectado a sus instituciones más sólidas, incluida la redacción de una Constitución que estableció un Estado Plurinacional. Este cambio también ha impactado en las prácticas políticas, en las narrativas estructurantes, en la visibilidad de sujetos colectivos y en las formas sociales, creando un nuevo horizonte comunitario. El proceso en sí mismo es complejo e interesante, representando un cambio revolucionario en uno de los países más pobres de América Latina, marcado por su condición de periferia y la exclusión de su mayoría indígena. Se propone como una reconstrucción de la soberanía a través de la reconfiguración de protagonismos sociales y liderazgos políticos. Analizar las tensiones que lo atraviesan es un desafío necesario para comprender las posibilidades de cambios políticos en la región y el mundo contemporáneo. El libro, resultado de una investigación rigurosa, ofrece una mirada desde afuera sobre el proceso de cambio en Bolivia, mostrando cómo los movimientos sociales llevaron a los primeros indígenas a la presidencia del país.