¿Se vive para ver o se ve para vivir? Este libro plantea la pregunta. Antes de disfrutar de un monumento, probar un delicioso platillo o abrazar a nuestros seres queridos, sentimos la necesidad de inmortalizarlo en las redes sociales, el gran escaparate de la vida. Parece que no tiene valor si no lo compartimos. Surge un estilo de vida que quizás sea un síntoma de una sociedad que busca pertenecer a un todo, no perderse oportunidades, aparentar, sentirse admirado, envidiado o aceptado. Los dispositivos móviles, las plataformas digitales, las redes sociales e incluso la arquitectura transparente nos incitan a mirar y ser vistos. Los expertos analizan si se trata de exhibicionismo puro, deseo de fama, apatía o simplemente seguimos normas sociales. Vivimos en una sociedad donde la apariencia es más importante que la identidad, donde la ficción y el envase prevalecen, donde espiar y ser observado, valorado y juzgado son la norma. ¿Somos simplemente productos de este gran escaparate en línea? ¿Estamos siendo vendidos? ¿Queremos ser considerados bienes de consumo? ¿Nos motiva la opinión de los demás o nos castiga severamente? ¿Somos meros objetos de un «Gran Hermano» observándonos?