El patrimonio cultural inmaterial se ve fuertemente afectado por los efectos de la COVID-19, debido a la imposibilidad de llevar a cabo actividades y desplazamientos, así como a las restricciones de aforo que han alterado su desarrollo de manera significativa. Este libro brinda una nueva perspectiva a académicos, gestores y miembros de asociaciones culturales, permitiéndonos comprender las repercusiones comunitarias, sociales y económicas del encierro en una amplia variedad de manifestaciones del patrimonio inmaterial en Europa y América, como festivales, artesanías, museos, danza, música y turismo. Los autores presentan diversas estrategias implementadas para mantener viva esta riqueza cultural, como alternativas virtuales, nuevos formatos para festividades, celebraciones restringidas y exposiciones, entre otras. Estas experiencias muestran no solo una notable capacidad de resiliencia, creatividad y reinventarse, sino también la necesidad de aprender de este período tan desafiante para garantizar la continuidad del patrimonio cultural inmaterial.