El sector financiero ha logrado presentarse como parte de la economía productiva, pero durante siglos la banca ha sido considerada parasitaria. El espíritu del parasitismo implica no sólo agotar la nutrición del huésped, sino también podar el cerebro para no dañarlo. Hudson busca romper con la ilusión de que el parásito está presente en Europa y Estados Unidos, reemplazando la economía basura con una economía basada en la realidad. Para lograrlo, sostiene que debemos cambiar radicalmente nuestras estructuras económicas y políticas, recuperando las mejores ideas de la economía clásica.
Revela cómo las finanzas, seguros y bienes raíces se gestionan en la economía global, a expensas del capitalismo industrial y de los gobiernos. El rescate bancario de 2008 salvó a los bancos pero hundió las economías a través de la austeridad de la deuda, enriqueciendo al sector financiero y empobreciendo a la clase media. Michael Hudson propone soluciones prácticas a nuestros problemas económicos en un momento en el que los políticos parecen incapaces de entender la economía, y mucho menos arreglarla.